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“Hoy en día ha crecido tanto la cantidad de productores de vinos, la variedad y categorías de cada bodega, que resulta muy difícil elegir”

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Cuando no se tiene predilección por los vinos de una región o país, por un tipo de uva o mezcla de ellas, se puede elegir según el precio, pues en la calidad del vino está implícito el valor de la producción y de la crianza (paso por barrica, también llamado añejamiento).

Hoy en día ha crecido tanto la cantidad de productores de vinos, la variedad y categorías de cada bodega, que resulta muy difícil elegir. Por ello es importante pedir asesoría. Si lo compra en una tienda especializada o una tienda de autoservicio, seguramente cuentan con un sommelier o personal capacitado para orientarlo. Aproveche las degustaciones y las ofertas especiales de temporada para probar vinos de diferentes estilos y así ir formando el gusto personal.

Siempre pregunte cuánto tiempo puede guardarlo, si es que se puede guardar, o si debe tomarlo pronto; también pregunte con qué uva está elaborado, si es de un solo tipo o si es un coupage, mezcla ó blend, términos utilizados para describir vinos que contienen 2 ó más tipos de uvas ó cepas; si debe decantarlo, si debe enfriarlo, y qué tipo de comidas puede acompañar con ese vino.

En los restaurantes con seguridad la asesoría será inmediata, ya que si no cuentan con un sommelier, el chef es quien elige los vinos que tiene en su carta y que van en función de los platillos y del estilo de su cocina. Por lo general, es más fácil combinar los alimentos y los vinos de una misma región o de un mismo país, porque existe una armonía en la tierra y en el clima donde se producen.

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