El vino tinto ayuda a depurar la sangre, evita coágulos y protege los tejidos de los vasos sanguíneos.

Tomar una copa de vino  tinto al día puede hacer mucho por nuestra salud en general. Pero recordemos, siempre con moderación y equilibrio. Un vasito diario de este tributo natural y de hechizante sabor acompañará tus platos y mejorará notablemente tu bienestar. Te explicamos por qué.

El vino tinto es un aliado para bajar de peso

¿Lo sabías? El vino tinto dispone de una propiedad muy especial: activa un gen que impide la formación de nuevos adipocitos. Y además, nos permite estimular las existentes para depurarlas e ir eliminándolas poco a poco. Para demostrarlo, el Instituto Tecnológico de Massachusetts realizó varios estudios y publicó sus resultados en diversos medios.

No obstante, para que este efecto lo veamos reflejado en nuestra silueta, recuerda que no debes beber más de una copa al día. Obviamente, los resultados serán más visibles si lo combinamos con una dieta equilibrada y libre de grasas.

Potenciador para nuestro cerebro

El vino tinto es un buen mediador para mejorar nuestros procesos cognitivos. ¿Y cómo puede ser esto? Son muchos los estudios que nos demuestran que beber vino de forma equilibrada, moderada pero constante, hace que podamos prevenir demencias y enfermedades degenerativas de nuestro cerebro.

Resuelve las inflamaciones, evita el endurecimiento de las arterias, y además, inhibe la coagulación mejorando así el riego sanguíneo. Es fabuloso.

Trata las infecciones de las encías

Si eres de esas personas a las que, por ejemplo, les sangran las encías, no lo dudes y acompaña tus comidas con un vasito de vino tinto. Las uvas tienen compuestos que, al ser fermentados, evitan la aparición de los estreptococos y bacterias vinculadas a las caries, además de ser muy eficaz contra la gingivitis e incluso dolores de garganta.

Bueno para reducir el colesterol

Como ya sabes, el vino tinto es un tesoro natural rico en polifenoles, siendo uno de ellos el beneficioso resveratrol, una sustancia química rica en antioxidantes que, según la Clínica Mayo, nos ayuda a cuidar de nuestros vasos sanguíneos, ya que evita la formación de coágulos y la reducción del llamado colesterol “malo”.

Limpia nuestro paladar

Realmente curioso pero cierto. Tomar vino tinto mientras comemos hace que, gracias a sus propiedades astringentes, el sabor de la comida se perciba de modo más intenso.

Reduce el sabor de las grasas si comemos carne y nos da una sensación gratificante al limpiar nuestra boca. Un detalle que debemos tener en cuenta y que nos convence, más aún, de la utilidad de acompañar almuerzos o cenas con esa copita de vino tinto.

Vía Mejor con salud